En
1992 Suecia acogió la Eurocopa de Fútbol. Por aquél entonces la disputaban 8
equipos divididos en dos grupos de cuatro. La Guerra de los Balcanes obligó a
la UEFA a impedir que Yugoslavia, en proceso de desintegración, participara en
el Torneo, a pesar de estar clasificada y fue sustituida a última hora por
Dinamarca. Los daneses estaban ya de vacaciones. En la playa. En hoteles con
Spa.
El
FC Barcelona empató el pasado sábado frente al Getafe y hasta el propio
entrenador daba por perdida totalmente la Liga. Pero la derrota del Atlético en
el Ciudad de Valencia y sendos empates del Real Madrid frente a Valencia y
Valladolid han dado un vuelco radical a la situación. Hasta el punto de que el
equipo culé depende de sí mismo para ganar un Campeonato dado por imposible hace
unos pocos días.
La
plantilla blaugrana ya estaba de despedida. Asados argentinos, cenas y pocos
días de trabajo. Así se había planteado la semana. Y con el Mundial a la vuelta
de la esquina los jugadores habían cambiado totalmente el chip.
Como
aquellos daneses capitaneados por el grandísimo portero Peter Smeichel o Brian
Laudrup, hermano del mítico Michael, los blaugranas tienen que dejar el Spa y
volver a concentrarse en un partido que consideraban un mero trámite en el
Martínez Valero frente al Elche. Todo para jugarse la Liga en un último partido
trepidante frente al Atlético de Madrid en el Nou Camp.
Aquellos
daneses ganaron el Torneo y se proclamaron por primera vez Campeones de Europa.
Ganaron contraviniendo toda la lógica del entrenamiento y la preparación de
torneos importantes en equipos de élite. Contra todo pronóstico pasaron la Fase
de grupos y derrotaron en semis a la Holanda de Dennis Bergkamp. En la Final
esperaba la temida Alemania de Klinsmann, Effenberg o Sammer. La Final acabó en
sorpresa merced a los goles de John Faxe Jensen y Kim Vilfort.
Cambiar
el chip y volver a competir después de desconectar de la competición es muy
difícil. Contra toda lógica, aquélla Dinamarca del ´92 lo consiguió,
sorprendiendo a todo el mundo futbolístico. ¿Será el Barcelona capaz de hacer
los mismo y volver a competir a un ritmo tan alto como exige el Atlético de
Madrid? La Liga está al rojo vivo y puede decidirse en el último partido y en
un enfrentamiento entre los rivales que optan a ello. Una final en toda regla.
Algo que no es habitual.
Puro
espectáculo!!!!!!
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