domingo, 25 de mayo de 2014

Camino a Berlín

Final de la Champions ayer en Lisboa. Por primera vez dos equipos de la misma ciudad llegaban a la disputar el último partido de la competición más importante de clubes. El Atlético llegaba lanzado por su espectacular victoria en la Liga. El Real Madrid, descansado y con la mente puesta en la “Décima”. Una Final que terminó festejándose en Cibeles, mientras Neptuno lloraba viendo cómo se escapaba en el último suspiro la victoria, otra vez.

La yegua y otras bajas

El equipo rojiblanco se presentaba en Lisboa con bajas de las que son imposibles de reemplazar. Arda, el genio turco del tempo, la pausa y el criterio en el juego no tiene recambio posible en el equipo. Un jugador de mucha calidad, diferente a todo lo demás. Y Costa. El hispano brasileño intentó todo y más por llegar en condiciones a este partido. Arriesgó en el Nou Camp porque su equipo se jugaba la Liga y no pudo. Arriesgó en el “Estadio Da Luz” porque era en partido más importante de su Club en los últimos cuarenta años. Y tampoco pudo. Ni con el pretendido tratamiento milagrosos de la doctora de Serbia a base de placenta de yegua. Arriesgará por llegar al Mundial, esperemos que tenga suerte.

Del cielo al recuerdo de Schwarzenbeck

Un gol de Godín en un error de portero y defensa del Real Madrid puso a los colchoneros por delante. Antes del descanso se había podido poner la eliminatoria de cara, a pesar del bajonazo que había supuesto el cambio de Costa a los nueve minutos. No jugó bien el Madrid. Ni gran parte de la segunda mitad. Solamente cuando Ancelloti dio entrada a Isco y Marcelo, junto con el creciente cansancio acumulado por el rival, los blancos empujaron hasta lograr un empate “in extremis”. Con un cabezazo de Ramos ante el que nada pudo hacer Courtois.
De repente todos los atléticos volvían a 1974. Schwarzenbeck y su gol en la Final del 1974 en el minuto 120 recorrió todas las mentes de los colchoneros. La fatalidad se apoderó de todo el sentimiento atlético.

Fatalidad sin fin

Con el partido claramente dominado por el Real Madrid los problemas se acumularon en el cuadro del Manzanares. Las lesiones de Filipe, uno de los mejores jugadores del equipo y de Juanfran terminaron por lastrar a un equipo que tras el gol se quedó sin capacidad de respuesta. El objetivo ya no era otro que llegar a los penaltis. Pero la lesión de Juanfran llegó cuando no quedaban cambios y eso lo aprovechó Di Maria para superarlo por su zona y rematar a puerta. El rechace de Curtois llegó a la cabeza de Bale. Es resto ya es historia.

Berlín. Próximo destino

Este equipo del Cholo Simeone ha realizado una temporada tan espectacular que a los que somos colchoneros de corazón nos hace sentir orgullo. Y sabemos que, como hace 40 años, ayer perdimos una Final de Champions. Pero no perdimos nuestro futuro. Y está en Berlín. Sede de la Final de 2015. Y ese futuro está en nuestro capitán, en nuestro equipo y en él. En el Cholo. Así que “Wir sehen Sie uns in Berlin”

No hay comentarios: