miércoles, 30 de abril de 2014

Ho Chi Minh City, el futbolista humilde y Juanito Valderrama

Vuelta a tiempos olvidados que cantaba Juanito Valderrama

Crisis. La maldita crisis que azota nuestro país. Esta crisis que ha asolado la piel de toro y tiene seis millones de parados. Periodistas, albañiles, abogados, fontaneros, investigadores, futbolistas…Si, muchísimos futbolistas!

Se van de este país los mejores. La generación con mayor preparación de nuestra historia. Toda la vida de esfuerzos y sacrificios de unos padres que quisieron que sus hijos fueran los más preparados. Que tuvieran los estudios que ellos no pudieron tener. Toda esa energía se nos va por los aeropuertos de España en busca de un futuro que aquí no existe. Volvemos a cantar “El Emigrante” mientras nuestro país se va desgarrando por dentro.

"Adiós mi España querida, Dentro de mi alma te llevo metida, Aunque soy un emigrante, Jamás en la vida, Yo podré olvidarte..."

El futbolista humilde

El fútbol de élite en España sigue adelante. La crisis no ha afectado tanto a los grandes jugadores de primer nivel (aunque se han dado muchas fugas, Negredo, Navas, Llorente, Javi Martínez, Thiago, etc; Algunas de ellas por motivos deportivos y económicos, pero no por la crisis)..
La crisis ha golpeado sobremanera al fútbol modesto. A los futbolistas de Segunda B y Tercera. Hace unos años podían jugar en nuestro país y vivir dignamente jugando en estas categorías. Hoy en día proliferan deudas en los equipos y los sueldos se han reducido drásticamente.
Se ha producido un fenómeno desconocido en el futbolista español modesto. El fenómeno de la emigración. Ligas emergentes del este europeo o del sudeste asiático se están convirtiendo en destino de este tipo de jugadores. Han surgido Agencias de futbolistas especializadas en este mercado, como la Agency Ruiz&López (@AngelRuizYLopez).Hay que tener cuidado, porque junto a agencias serias y profesionales como la mencionada, surgen otras cuyo único objetivo es ganar dinero a través de estafas y mentiras.

Ho Chi Minh City y el Concordia Elblag

Estas agencias facilitan la incorporación de futbolistas españoles de Segunda B y Tercera a mercados donde son muy demandados por el prestigio que hoy en día tiene el fútbol español a nivel mundial. Consiguen pruebas con equipos de primera división de diferentes países como Vietnam (V-League), Filipinas, Malasia, Este europeo, etc

Así, es posible encontrarnos a jugadores españoles jugando en equipos como el Thanh Pro Ho Chi Minh FC. Ho Chi Minh City toma el nombre del líder independentista vietnamita de la antigua Indochina; fue poeta y presidente de Vietnam del Norte bajo régimen comunista y hoy en día es el referente de todo el pueblo vietnamita. La ciudad era conocida con anterioridad como Saigón, en la parte sur del país. Pues hasta en lugares tan desconocidos en España como Vietnam hay jugadores españoles.

Otro caso curioso es el del Concordia Elblag, del Grupo Este de la Liga II de Polonia, donde han llegado de forma simultánea un entrenador y muchos jugadores españoles, creando una pequeña <<selección hispana>> en esta liga polaca.

Es la cruda realidad del fútbol de hoy en día; del fútbol auténtico, del real, del alejado de los focos de los periódicos o las televisiones. Vivimos una época donde solamente interesan los grandes equipos de Primera División. Pero el fútbol en España es mucho más. Es un equipo humilde en cada pueblo, en cada barrio. Ese es el fútbol sin adulterar. El de muchos futbolistas que incluso se tienen que pagar la licencia para poder jugar. Lejos de los focos, no hay futuro. Emigrar por decisión propia es enriquecedor; hacerlo por obligación es una desgracia colectiva.


Hay cuentas de twitter como @proyectoEPEM o @emigrantesbalon que sigue a todos los futbolistas españoles repartidos por el mundo. Podéis seguirlos para estar informados.

Road to Lisbon

En mitad de las semifinales de la Uefa Champions League ya tenemos claro que habrá un representante español en la Final de Lisboa. El Real Madrid completó un partido magnífico en el Allianz Arena de Munich y venció con claridad y merecimiento al FC Bayern.

Hoy el Atlético de Madrid visita Stamford Bridge, en el barrio londinense de Chelsea, con la idea clara de repetir Final cuarenta años después. No será fácil porque el cuadro británico es un gran equipo, pero la campaña de los colchoneros en Liga y su trayectoria en Champions es aval suficiente para pensar en una posible victoria colchonera.

Sólo una ciudad europea puede presumir de tener dos equipos Campeones de Europa. El AC Milan y el FC Internazionale comparten ciudad, estadio y Copas de Europa en sus vitrinas.
En la historia se han producido varias finales entre equipos del mismo país, sin ir más lejos el año pasado la Final la disputaron Bayern y Borussia Dortmund. Lo que sería inédito es una Final con dos equipos de la misma ciudad. 

El Atlético está a 90 minutos (ó 120) de conseguir que se produzca ese hecho. Y estará en disposición de hacer de Madrid la segunda ciudad que acoja derbis entre Campeones de Europa

¿Lo conseguirán los discípulos del Cholo?

jueves, 17 de abril de 2014

Final de Copa. De la poesía, el aburrimiento y la verticalidad.

Final de Copa del Rey jugada en Mestalla entre el FC Barcelona y el Real Madrid. Escenario ideal para un partido de los llamados “Clásicos”, uno de esos partidos del año. El cuadro catalán llegaba tras perder en cuartos de Champions ante el Atlético de Madrid y dejar casi todas sus opciones de ganar la Liga a los pies de La Alhambra. El Real Madrid se presentaba dentro de esos tiovivos permanentes en los que vive; de pasar las de Caín en Dortmund a tener la primera posibilidad de cimentar un ansiado Triplete.

La poesía que ya no se lee
No hace mucho el Barcelona consiguió crear un estilo claro, reconocible, de éxito, efectivo y de una gran vistosidad. Supo crear poesía en el fútbol. Rompiendo esquemas, con un equipo de pequeñitos cuando se llevaba el jugador grande y físico. Sus jugadores, finos y elegantes boxeadores con balón, se transformaban en duros fajadores al perderlo. Robaban nada más perder y muy cerca del área rival (si no hacían rápido faltas “tácticas”), apenas permitían ocasiones a sus rivales y el gran juego combinativo que desarrollaban eran capaces de resolverlo con muchas situaciones de finalización.

Al aburrimiento
Ese equipo ha ido transformándose con los cambios de entrenador (Tito Vilanova  y Gerardo Tata Martino) y algunos jugadores nuevos. Además el paso de los años está alejando a algunos jugadores claves (Puyol o Xavi) de su mejor nivel. Mantiene el equipo un nivel técnico sobresaliente que le permite conseguir altos niveles de posesión. Pero esa posesión se ha transformado en anodina, aburrida, no consiguen generar situaciones de finalización y las jugadas suelen perderse en el limbo.
Además, el equipo ha dejado de presionar y cuando pierde el balón deja muy claras sus limitaciones defensivas. Con unos laterales jugando de extremos, una línea de de centrales hecha a base de recursos de última hora (unida a la mala planificación con la contratación de un central de garantía) dejar situaciones de tres contra dos frente a jugadores muy superiores en velocidad (caso Bale o Di María en la Final) y de calidad es un riesgo que puede costar caro.

La verticalidad
El Madrid apostó por salir rápido tras recuperación de balón. Un robo de Isco a Alves supuso una contra eléctrica del cuadro blanco que acabó con gol de Di María. Con anterioridad Bale había mostrado su velocidad y disparo seco y duro en un par de ocasiones.  Y con Benzema especialmente acertado como primer apoyo de los contraataques se fue desarrollando el partido.
El fútbol es impredecible. Por eso gusta tanto. Bartra empataba en un espectacular remate de cabeza un córner servido por Xavi. Nadie hubiera apostado por un gol de estrategia del Barça frente al Madrid.
El joven central canterano del cuadro barcelonés pasó en unos instantes de poder ser el héroe de la Final para su equipo a quedar retratado por el expreso galés Bale. El jugador británico superó con tal facilidad la marca de Bartra que parecía estar jugando frente a juveniles. Supo aguantar el intento de derribo del jugador catalán y sacó una ventaja tan amplia que pudo finalizar con facilidad ante Pinto. El joven Bartra siempre se verá en las repeticiones de este gol, pero con empate en la Final y a cinco minutos del final del partido, el colectivo blaugrana también quedó retratado. Pérdida tonta de balón y nulo trabajo de repliegue ni ayudas.
Tampoco la suerte estuvo de cara para los culés. Neymar, solo ante Casillas, envió al palo la última esperanza de un Barcelona que a falta de un mes de competición se ve fuera de toda lucha (salvo con remotas opciones en la Liga) después de muchos años.
En resumen una bonita Final de Copa. Dos estilos totalmente contrapuestos. Con un Madrid aplicado en tareas defensivas a pesar de ser un equipo de estrellas mundiales, y un Barcelona que quiere hacer lo que hacía antes pero no tiene las ideas o las fuerzas para poder hacerlo.

Y Messi?

lunes, 14 de abril de 2014

Un gesto ambicioso

Es un gesto. Sólo eso. Es posible que este fin de semana en cualquier partido de fútbol modesto, el alejado de las pantallas y medios de comunicación, algún jugador haya realizado alguna jugada similar a la de Diego Costa. Del fútbol profesional se magnifican situaciones que en el fútbol modesto se dan con cierta asiduidad y pasan desapercibidas para la mayoría de aficionados.

Pero en el contexto de la pelea por la Liga, el gesto de Diego Costa contrasta con la autocomplacencia de los medios ante una victoria del Real Madrid en casa frente a un mermado Almería, o la indolencia momentánea de un Barcelona metido en un crisis que solo puede salvar, y de modo temporal, una victoria en la Copa de Rey (chupito, la llamaban por Canaletas no hace mucho). El Real Madrid ha pasado en unos días de tener medio cuerpo fuera de semis de Champions en Dortmund a ser candidato firme al triplete tras ganar al cuadro andaluz. En Barcelona hablan de "Tataclismos" y de ya han puesto a Klopp como primer candidato a sustituir a Martino.

Porque el golpe de Diego Costa en el segundo gol de su equipo en el Coliseum de Getafe fue mucho más que un golpe. Mantuvo la respiración de todos los atléticos hasta que el Club comunicó que solamente se trataba de una herida. Significó el mayor grado de compromiso que un profesional puede tener para con su club; sin pensar en más allá que sellar un triunfo que pone al equipo colchonero en una situación inmejorable para ganar la Liga.

Leí hace poco a un amigo de Osasuna que el Atlético podía acabar el año con los mismos títulos que los rojillos después de tanto esfuerzo. Quizá. Pero no hay colchonero por el mundo que no esté orgulloso de este equipo y de Simeone, pase lo que pase de aquí al final. Porque a veces, un gesto mueve algo mucho mayor y más profundo. Un gesto, mueve a un equipo a llegar a cotas superiores a su propia capacidad. Un gesto puede hacer al Atlético campeón!