Ostenta un récord difícil de batir
en el mundo del fútbol. Ocupaba una demarcación que siempre suele tener mayor
grado de repercusión entre los aficionados. Delantero. Goleador. Su nombre suele aparecer
cíclicamente. Cada cuatro años. En época de Mundial. Y ahora, que estamos de
lleno en el Mundial 2014 de Brasil, seguro que acapara algún minuto en los
programas deportivos o alguna contraportada de periódico.
Just Fontaine, “Señor dinamita”, es el jugador que más goles ha marcado en un
Mundial. Por allá en 1958 logró la cifra de 13 goles en el Mundial de Suecia.
Los marcó defendiendo la casaca “blue” de Francia. Nacido en Marrakech,
Marruecos, inició su carrera profesional en el US Casablanca, para pasar
después al fútbol francés, primero en el Niza y posteriormente en el Stade
Reims. A éste último club llegó con la difícil tarea de suplir a Raymond
Kopa. En la Ligue1 logró 165 goles en
200 partidos oficiales. Demostró ser una magnífico goleador, más allá de ser “solo”
pichichi del Mundial de Suecia.
A las puertas de un Mundial que
acogerá a grandes delanteros con ganas de lograr la Bota de Oro del torneo,
como Messi, Cristiano, Van Persie, Diego Costa o Neymar, entre otros, Fontaine
puso el listón tan alto que parece imposible hoy en día superarle.
Y por ser el máximo goleador
histórico en un Mundial y, a pesar de ello, no gozar de un mayor reconocimiento
entre los aficionados al fútbol, Just Fontaine forma parte de nuestro Club de “Míticos
a la sombra”. Esos jugadores extraordinarios que los aficionados no reconocen
tan fácilmente.
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