martes, 3 de junio de 2014

Obdulio Varela. Míticos a la sombra

"No piensen en toda esa gente, no miren para arriba, el partido se juega abajo y si ganamos no va a pasar nada, nunca pasó nada. Los de afuera son de palo y en el campo somos once para once". 16 de julio de 1950, 17:00 en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro con doscientos mil espectadores en las gradas.

Cuando Friaça marcó el gol que ponía el 1-0, Brasil, representada por doscientas mil gargantas enfervorecidas en Maracaná, acariciaba el triunfo en su Mundial.

Entonces Obdulio Varela, “El negro jefe” cogió el balón del fondo de las mallas. Anduvo hacia el árbitro y empezó a protestar desaforadamente.  Mucho tiempo después afirmó: “Sabía que si no enfriaba el partido, nos iban a demoler. Quería demorar la reanudación del partido, nada más. Llevé la discusión al extremo, hasta tuvieron que llamar a un intérprete para que pueda dialogar con el árbitro. El estadio quedó en silencio: ahí supe que podíamos ganar el partido” . Y se escribió la leyenda del fútbol. Uruguay consiguió que el silencio se apoderara de los doscientos mil atónitos espectadores del partido con más público de la Historia del Fútbol. Y desde entonces todo el mundo recuerda aquel partido. “Maracanazo”.

Después de encontrarse por detrás en el marcador Uruguay miró al suelo, como Varela, “el cinco”, había dicho a sus compañeros en el túnel de vestuarios. Y Schiaffino primero y Ghiggia después completaron una de las más bellas hazañas de toda la Historia del Fútbol y sus Mundiales.

Obdulio Varela fue santo y seña del Peñarol, donde conquistó seis campeonatos charrúas. Jugó en dos Mundiales, Brasil´50 y Suiza´54. En el país helvético cayeron ante los “magiares poderosos” de Kocsis o Czibor. Como anécdota puede presumir de no haber perdido ningún partido en los Mundiales.

Por ser el capitán de un equipo que hizo leyenda. Por saber transmitir a sus compañeros cómo gestionar el miedo escénico en el ambiente más hostil posible y ser capaz de liderar la remontada con su astucia, Obdulio Varela es nuestro primer Mítico a la sombra.

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