jueves, 12 de junio de 2014

Mundiales de Fútbol. De 1930 a 2010. Parte 1.

Uruguay. 1930. Allí empezó todo. Desde entonces los Mundiales de fútbol se han convertido en uno de los mayores espectáculos del mundo. Empujados por la popularidad en casi todo el planeta del balompié y adornados por la leyenda de grandes gestas y extraordinarios jugadores, los Mundiales de fútbol son capaces de paralizar la vida de muchos países.

Hoy comienza en Brasil un nuevo Campeonato del Mundo. Treinta y dos selecciones parten con la ilusión de escribir una brillante página en la Historia del fútbol. Sólo una selección se llevará el trofeo y una estrella para lucir orgulloso en el pecho. Pero seguro que quedan para el recuerdo grandes  jugadores, goles y anécdotas que reviviremos cada cuatro años. Porque cada cuatro la ilusión vuelve a la cara de todos los que amamos este deporte.

Cuando Kempes marcaba para Argentina en la final del ´78 frente a la Holanda de Cruyff y hacía a la albiceleste campeona por primera vez, yo apenas tenía dos años. De este Mundial, marcado por celebrarse bajo el régimen dictatorial de la Junta militar de Videla, el “gol” de Cardeñosa y la segunda derrota consecutiva de Holanda en una final, y de todos los anteriores, tengo que recurrir a vídeos y libros antiguos.

Imágenes con olor y sabor a Historia. A leyendas escritas por los más grandes de este deporte. Las primeras ediciones, impulsadas por Jules Rimet, y marcadas por la escasa participación debido a las dificultades de desplazamiento entre continentes en aquellos años y los boicots de algunos países, quedarán en la retina por ser el comienzo de un espectáculo universal. El primer Mundial, ganado por Uruguay en su casa en 1930 en una Final contra Argentina. Los boicots de equipos  sudamericanos y la política, que serán elementos esenciales en los Mundiales de Italia´34 y Francia´38. Son los inicios. La vieja historia de este deporte. En 1934 y 1938 Giusseppe Meazza lideró a una selección italiana que, aunque marcada por las sombras del fascismo del “Duce” Mussolini (por imposición jugaron algunos partidos de negro, color del fascismo italiano), logró coronarse como bicampeona en los preludios del desastre de la II Guerra Mundial. El espectáculo tuvo que interrumpirse hasta 1950.


El fútbol, una vez acabada la Guerra, volvía con energías renovadas. De nuevo en Sudamérica, Brasil acogió el Mundial de 1950. Ningún aficionado al fútbol desconoce una de las mayores gestas logradas por una selección en la historia de este deporte. Ningún brasileño olvidará jamás la afrenta que once uruguayos provocaron al derrotar a Brasil en el ya mítico “Maracanazo” (artículo sobre la victoria de Uruguay en Brasil´50). Para los españoles quedará grabado el gol de Zarra. Durante décadas, la más ilustre postal del fútbol español. En Brasil, nuestra selección acabó en cuarto lugar. Hasta 2010, 60 años tuvieron que pasar antes de superar aquel puesto en un Mundial.

Suiza, país neutral en la Guerra , acogíó la “V Edición de la Copa del Mundo” en 1954.
Este Mundial será recordado principalente por tres partidos claves. En cuartos de final la Hungría de Puskas, Czibor y Kocsis venció a Brasil en la “Batalla de Berna”, debido a los malos modos y la excesiva violencia de ambos equipos. Otro partido que pasaría a la historia fue el Austria vs Suiza, donde los primeros vencieron por 7 a 5 en el partido con más goles de la historia de los mundiales. La final deparaba un partido entre los favoritos, Hungría, y la readmitida selección de Alemania Federal. En la primera fase los magiares vencieron por 8 a 3 a los teutones. Pero en la Final, en el conocido “Milagro de Berna” la Mannschaff logró vencer por 3 a 2.


Y en el Mundial de 1958, celebrado en Suecia, apareció un tal Pelé.......pero ya es cosa de la segunda parte de este artículo.

En breve

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