Yo conocí un fútbol en el que la
gente no se llevaba tan bien como ahora. Donde el rival era alguien alejado de
ti. Donde los clubes intentaban fichar a los mejores entrenadores y quitárselos
a la competencia. Con los jugadores lo mismo. Donde el bar era epicentro de
críticas al rival, con o sin razón. Donde no era todo tan políticamente
correcto.
Ahora todo ha cambiado. Twitter ha obrado el milagro. Ahora la
felicidad plena inunda el fútbol base riojano. Todo son mensajes de felicitación
al que gana y de ánimo al que pierde. Ya no hay rivalidad encarnizada, todo es
paz y armonía. Compañerismo entre entrenadores y clubes. Pura falsedad! El problema es que se ha instalado ser
políticamente correcto. Porque twitter está ahí, pero las personas seguimos
siendo iguales. El ser humano no cambia tan fácilmente. En los bares sigue
habiendo críticas a los que en twitter se llama “compañeros”. Por eso la felicidad permanente es solo
virtual. Porque cuando se pisa la calle y se pasa uno por Prado Viejo, el
Mundial, La Ribera o La Estrella, nada ha cambiado. Sigue habiendo la misma
maldad y poco compañerismo que yo viví desde mis inicios en el mundo del fútbol.
Pero seguramente yo esté un poco
desfasado ya……………
