La evolución
de los Modelos de entrenamiento ha
sido constante desde hace años. Los requerimientos técnicos, tácticos y físicos
han cambiado en la competición actual, y eso ha obligado a los cuerpos técnicos
a modificar los enfoques de los entrenamientos para hacerlos más dinámicos, más
atractivos al jugador y orientados a favorecer el Modelo de Juego planteado para el equipo. Hay que añadir que,
además, hoy en día, todos entendemos que hay otros factores cruciales en el rendimiento
del jugador o del equipo, como son los elementos socio afectivos, volitivos, etc.
Esta
evolución global ha dejado anticuados los entrenamientos basados en métodos
analíticos, aquéllos que abordan el fútbol como partes separadas. Esta
afirmación no ha de tomarse de modo estricto, puesto que para determinados
elementos puntuales pueden aprovecharse este tipo de tareas analíticas.
Cuando un
entrenador llega a un club ha de estudiar los jugadores de los que dispone, los
medios que tiene a su alcance, los objetivos planteados por el club y la
temporalización para llevarlos a cabo. En función del análisis de estas
situaciones ha de establecer un modelo de juego, que será el núcleo principal
de cada sesión de entrenamiento. El entrenamiento estructurado tiene que
contemplar las variables técnicas, físicas, emotivas, psicológicas, etc con la
finalidad de progresar, mejorar y fortalecer el Modelo de Juego.
El modelo
estructurado de entrenamiento propone que se valore la complejidad del juego
(fútbol) y trata de darle a las sesiones una organización y coherencia respecto
a la forma de jugar que se quiere plantear en los partidos. Es decir, preparar
las sesiones de forma que se aproxime lo máximo a la forma de juego o Modelo de
juego que vamos a emplear en los partidos.
La
planificación de los entrenamientos basado en un modelo estructurado es una
forma moderna, dinámica, útil y eficaz de conseguir mejores resultados en la
competición.
Si todos los
miembros del equipo tienen claro el modelo de juego establecido por el
entrenador, lo hacen propio y lo ponen en práctica cada domingo y cada
entrenamiento la garantía de mejora del rendimiento es mucho mayor. Si los
jugadores ven en el trabajo físico realizado (condicional) un elemento de
aumento del rendimiento y son conscientes de que ese esfuerzo se traduce en
mejores resultados, con el tiempo van a tener una mayor capacidad de trabajo
que redundará, de nuevo, en una mayor mejora del rendimiento ( y casi seguro de
los resultados).
Sobre el trabajo del gran J.L. Arjol